¿Sabías que la aspirina proviene de un árbol?
Antes de ser una pastilla, fue parte de la corteza de un sauce.
Mucho antes de que existieran los laboratorios modernos, las personas ya utilizaban plantas para aliviar el dolor. Uno de los ejemplos más conocidos es el sauce blanco (Salix alba), cuya corteza se hervía para tratar la fiebre y los dolores.
Esta planta contiene un compuesto natural llamado salicina, que el cuerpo transforma en ácido salicílico, una sustancia con propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antipiréticas.
En el siglo XIX, los científicos lograron sintetizar químicamente una versión más suave para el estómago: el ácido acetilsalicílico, al que hoy conocemos como aspirina.
La aspirina fue comercializada por primera vez en 1899 por la empresa Bayer y se convirtió rápidamente en uno de los medicamentos más importantes del mundo. Hasta hoy, se utiliza para aliviar el dolor, bajar la fiebre, reducir la inflamación y, en dosis bajas, prevenir infartos y accidentes cerebrovasculares.
Así, un simple árbol dio origen a una de las sustancias más utilizadas y estudiadas de la historia farmacéutica.
Dato FarmaCurioso:
La palabra «aspirina» viene de “a” de acetil + “spir” por la planta Spiraea (que también contiene salicilatos) + “ina”, sufijo químico común en medicamentos.
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