¿Sabías que algunos medicamentos solo se activan dentro del cuerpo?
No funcionan hasta que entran en acción dentro de ti… como una medicina inteligente.
Existen fármacos llamados profármacos, que en realidad no están activos cuando los tomas. Su diseño está pensado para que solo se transformen en el medicamento real una vez que llegan al hígado, al estómago o a un tejido específico del cuerpo.
Esto se hace por varias razones:
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Para mejorar la absorción: algunas sustancias activas no podrían pasar bien por el estómago, pero su forma inactiva sí.
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Para reducir efectos secundarios: al activarse solo en el lugar necesario, se evita que afecte otras partes del cuerpo.
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Para lograr una liberación más precisa y controlada.
Un ejemplo famoso es el enalapril, un antihipertensivo que no es activo hasta que el hígado lo transforma en enalaprilato. También el clopidogrel, usado para prevenir coágulos, necesita ser activado por enzimas hepáticas.
Esta tecnología demuestra hasta qué punto la farmacología moderna combina ciencia, química y precisión para lograr mejores tratamientos.
Dato FarmaCurioso:
El profármaco es como una “medicina dormida” que solo despierta cuando llega al lugar correcto. ¡Un fármaco con inteligencia incorporada!
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