¿Puedo tomar medicamentos con leche, jugo o gaseosa?

La bebida con la que tomas tu medicina puede cambiar su efecto… para bien o para mal.

Muchos pacientes no lo saben, pero el líquido con el que ingieres un medicamento puede afectar su absorción, su eficacia o incluso provocar efectos adversos. No todos los medicamentos reaccionan igual con las bebidas comunes.

Leche:
Contiene calcio y grasa, lo que puede interferir con la absorción de antibióticos como las tetraciclinas o ciprofloxacino. En estos casos, se recomienda evitar la leche al menos 2 horas antes y después de la toma.

Jugo de naranja o limón:
Algunos medicamentos pueden irritar el estómago si se mezclan con ácidos, o afectar el pH intestinal.

Jugo de toronja (pomelo):
Este es el más peligroso. Puede aumentar la concentración de muchos medicamentos en sangre, como estatinas o antihipertensivos, lo que puede llevar a toxicidad.

Gaseosas:
Contienen cafeína, gas y ácidos, lo cual puede alterar la liberación del fármaco o causar molestias gástricas.

Lo ideal:
Tomar los medicamentos con un vaso grande de agua (200 ml) a temperatura ambiente, a menos que el profesional de salud indique otra cosa.


Consejo FarmaCurioso:
Una bebida “inocente” puede cambiar completamente el efecto del medicamento. ¡El agua siempre será tu mejor aliada!