No leer el principio activo al dispensar medicamentos: un error que puede duplicar el tratamiento
Cambiar de marca sin revisar el principio activo puede ser un riesgo para el paciente.
En el día a día de una farmacia, es muy común que los pacientes soliciten medicamentos por su nombre comercial. Sin embargo, muchos no saben que varios productos de diferentes marcas pueden tener el mismo principio activo, y que lo más importante al momento de dispensar no es el nombre de fantasía, sino la sustancia que produce el efecto terapéutico.
Un error frecuente ocurre cuando el profesional no verifica cuidadosamente el principio activo y entrega un producto diferente al que el médico ha recetado, ya sea porque cambia la marca sin asegurarse de la equivalencia, o porque el paciente ya lo tiene en casa y termina duplicando la dosis sin darse cuenta.
Este tipo de error puede causar desde interacciones no deseadas, hasta intoxicaciones por sobredosificación, especialmente con medicamentos de margen terapéutico estrecho como anticoagulantes, antiepilépticos o antihipertensivos.
También sucede que algunos pacientes desconfían del medicamento genérico, aunque tenga el mismo principio activo. Aquí, el rol del químico farmacéutico es clave para educar al paciente y explicarle que lo más importante no es la marca, sino el contenido y la calidad del producto.
Consejo FarmaCurioso:
Siempre verifica el nombre del principio activo, la concentración y la presentación del medicamento. Y si un paciente ya está tomando otro producto, asegúrate de que no esté repitiendo el tratamiento sin saberlo.
Tu mirada atenta puede prevenir un error grave.
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