¿Puedo suspender un medicamento si ya me siento mejor?

Sentirte bien no siempre significa que el tratamiento terminó.

Es muy frecuente que un paciente decida suspender un medicamento por su cuenta al notar mejoría. Sin embargo, esta práctica es riesgosa, ya que puede provocar recaídas, resistencia o incluso complicaciones más graves.

Antibióticos:
Nunca deben suspenderse antes del tiempo indicado. Aunque los síntomas desaparezcan, las bacterias pueden seguir vivas. Interrumpir el tratamiento puede favorecer la aparición de resistencia bacteriana, haciendo que los medicamentos ya no funcionen.

Tratamientos para enfermedades crónicas:
Medicamentos para la presión arterial, diabetes, epilepsia o colesterol deben seguirse de forma continua, aunque no se sientan síntomas. Suspenderlos puede causar crisis o descompensaciones.

Medicamentos psiquiátricos:
Antidepresivos, ansiolíticos o estabilizadores del ánimo requieren retirada progresiva y supervisada. Suspenderlos de golpe puede producir efectos de rebote o abstinencia.

Recomendación:
Nunca suspendas un tratamiento sin indicación médica. Si tienes efectos adversos o dudas, acude al profesional de salud para evaluar si debe modificarse o detenerse.


Consejo FarmaCurioso:
Sentirte mejor es señal de que el medicamento está funcionando… no de que debas dejarlo.