¿Qué son los receptores en farmacología?

El punto exacto donde el medicamento “hace clic” y comienza a actuar.

En farmacología, los receptores son estructuras específicas dentro del cuerpo (generalmente en la superficie de las células) que actúan como puertas de entrada o interruptores. Cuando un medicamento se une a uno de estos receptores, activa o bloquea una función específica.

Imagina que el fármaco es una llave, y el receptor es una cerradura. Solo cuando la llave correcta encaja en la cerradura adecuada, se produce una acción: aliviar el dolor, bajar la presión arterial, combatir una bacteria, entre otros efectos.

Cada medicamento está diseñado para unirse a receptores específicos. Por ejemplo, los analgésicos como la morfina se unen a los receptores opioides, provocando un efecto de alivio del dolor. Los betabloqueadores, usados en hipertensión, actúan bloqueando los receptores beta del corazón, reduciendo la frecuencia cardíaca.

Algunos fármacos activan los receptores (se llaman agonistas), mientras que otros los bloquean (se llaman antagonistas). Todo esto ocurre a nivel celular, pero sus efectos se sienten en todo el cuerpo.

Saber qué receptores se afectan ayuda a entender por qué un medicamento funciona, por qué tiene ciertos efectos secundarios y por qué puede ser más útil en unas personas que en otras.


Consejo FarmaCurioso:
El efecto de un medicamento depende de a qué receptor se une y cómo lo hace. Por eso, no todos los fármacos son iguales, aunque parezcan similares.

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